El aire la vela, vela. El aire la está velando

El aire la vela, vela. El aire la está velando
Parecen dormidas en el pajonal... pero no lo están.

29 jun 2013

tinta china enchastrada en la tina

Cuando pienso en castillos, en vampiros, fantasmas o en lúgubres historias de amor, siento que hay un lugar donde todas esas cosas se amontonan, están desparramadas y tienen vida propia.
Después de todo no es un lugar, es un siglo; pero Einstein, nacido en esos días, podría aclarar mi confusión.

Amigos: les presento un fragmento, una astilla, del siglo diecinueve, acá, en América latina, en Argentina puntualmente.

Camila O’Gorman o la poesía en acción

Hacia 1828, en Buenos Aires, nació una niña en la familia que componían Adolfo O’Gorman y Joaquina Ximénez Pinto.
Esa niña, veinte años más tarde, iba a darle al pueblo una lección de amor, a la leyenda una figura nueva, finalmente iba a reunir, aunque en un mismo odio, a unitarios y federales, las dos furias que en ese momento asolaban la patria. La convertían en un canto a la muerte.
Las señales fúnebres estaban claramente en todos lados: huesos sembrados en los campos, cabezas colgadas en los atrios de las iglesias, biblias encuadernadas en cuero humano cuyas hojas pasaban los dedos más devotos.

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