El aire la vela, vela. El aire la está velando

El aire la vela, vela. El aire la está velando
Parecen dormidas en el pajonal... pero no lo están.

27 dic 2008

estoy famelica pero contal de adelgasar voy a seguir aguantandome






Un ¡¡¡RING!!! Avisa sobre la hora del recreo, los niños corren entusiasmados por los pasillos, y Lucke, un niño de 12 años que salió el ultimo porque había sido castigado, avistó en el final del pasillo una extraña luz y varias sombras a su alrededor.

Lucke se acercó lentamente hacia la luz. Conforme iba avanzando, notaba como las piernas les temblaba del terror. Llegando a la entrada, alguien le habló:

Adelante, si quieres descubrir los misterios que se ocultan en el ‘Bosque de la Prueba ‘’.

Cada vez le temblaban más las piernas, hasta que se derrumbó como un muro viejo.

S … si, acepto dijo con voy débil y apagada.

Tras un momento de silencio, volvió a hablar aquel ser oculto:

Bien … sitúate en el centro de la luz que observas, por favor.

Luke se levantó del suelo y se situó en donde le dijo. Sintió como un estremecedor calor le recorría el cuerpo y, en cuestión de segundos, había desparecido del colegio y estaba en un bosque, realmente bonito. Un lago y un gran arco iris se extendía hasta donde la vista alcanzaba. 

Inspeccionando la zona, Lucke avistó una choza. Se acercó a ella y volvió a escuchar aquella voz:

Excelente, estas a un paso de descubrir el misterio de este Bosque, nadie ha sido capaz de llegar al final, pero tu tienes un gran valor. Si quieres continuar, entra en la choza y colócate en la estrella que verás en el interior.

Lucke hizo caso y, al colocarse en la estrella, una gran oscuridad le rodeaba, en este momento fue cuando más miedo notó, pero aguantó.

Lucke desapareció sin dejar ningún rastro.

¿Dónde estoy?

Aquel lugar era otro bosque, pero marchito, daba la sensación de que cada paso que dabas era espiado y estudiado con esmero.

Da la cara, ya estoy harto de tus juegos …

Lucke, echó a llorar, aun no estaba preparado para aquel episodio de su vida, quería volver a su casa.

Lucke, aun estas a tiempo de volver a casa, ya has demostrado tu gran valor.

¡NO! Quiero continuar, deseo continuar, además, te he pedido ya que des la cara.

Bien, como quieras, me mostraré.

En aquel momento, un rayo atravesó el cielo y apareció una silueta, que, por causa de la luz, no se podía contemplar bien.

Cuando la luz cesó, Lucke se llevó un gran susto al descubrir que no era un ser humano, sino un minotauro.

Ahora que ya conoces mi forma, he de decir que no existe el misterio, y que vas a morir en este mismo instante, ten esta espada, si sabes utilizarla.

Ser malévolo, aquí el único que morirá serás tú.

Je je, ignorante … .

Había empezado una batalla que prometía ser larga y dolorosa para los dos, ambos luchaban bastante bien …

¡Arg!, he de admitir que eres fuerte, Lucke, pero no sobrevivirás.

No prometo mi victoria, pero no te hagas ilusiones … por cierto, aun no me has dicho tu nombre.

Me llamo Carl, pero no creo que importe mucho ahora.

El duelo continuó, Lucke acababa de recibir un gran corte en el brazo, por el que le resbalaba gotas de sangre hasta llegar a las puntas de los dedos que de hay caían al suelo. Carl también había recibido un gran corte, pero en la cabeza.

En uno de los momentos de despiste de Carl, Lucke aprovechó para asestarle un golpe de gracia acabando por completo con Carl. El golpe fue en el estomago, lo que le hizo que vomitara sangre. Lucke, al verlo, se desmayó y cuando despertó estaba en el hospital, rodeado de sus familiares y compañeros de clase.

Por lo que los médicos me han informado, has estado 10 días en coma, tus amigos te encontraron tirado en el final del pasillo del instituto, pálido y con la cara ensangrentada, ¿podrías explicarme que ha ocurrido?

Bien, no vais a creerme, pero os lo contaré:

En el final del pasillo había un pasadizo secreto, allí tuve que enfrentarme a un villano llamado Carl, a partir de aquí, no se que más ocurrió, solo se que aquí estoy … 

… FIN

26 dic 2008

nada que ocultar porque no tengo nada de que pensar

Durante más de 30 años marcó la política francesa del siglo XVI. Esposa de Enrique II, fue madre de cinco reyes y reinas, mientras superaba grandes crisis de gobierno provocadas por los desencuentros religiosos. Con ella y su descendencia directa se agotó la línea sucesoria de los Valois, dando paso a la hegemonía borbónica en el país galo.


Catalina María Rómula de Medici vino al mundo en Florencia el 13 de abril de 1519. A edad temprana sufrió orfandad por las muertes, casi consecutivas, de sus padres, el italiano Lorenzo II de Medici y la francesa Madeleine de la Tour d’Auvergne, por lo que quedó bajo el amparo del papa León X. Éste la entregó al cuidado de diferentes parientes, quienes instruyeron a la pequeña como una refinada dama, apta para ser moneda de cambio en cualquier acuerdo matrimonial.


En 1527 los Medici fueron expulsados de la capital toscana, motivo por el que Catalina fue recluida en conventos, donde las monjas terminaron de esculpirle una personalidad dispuesta para asumir la razón de Estado en cualquiera de sus capítulos por azarosos que fuesen.

En 1530, su tío, el recién proclamado papa Clemente VII, concertó para ella un calculado matrimonio con Enrique, duque de Orleáns y segundo filogenético del rey francés Francisco I. La única condición que puso el Sumo Pontífice fue que la joven heredera renunciase a sus pretensiones dinásticas sobre Florencia, a cambio recibiría 100.000 escudos como dote y un futuro poco halagüeño en la corte francesa.


Tras los óbitos, primero del delfín Francisco y, más tarde, del propio monarca galo, Enrique II fue ungido rey de Francia en 1547. Hasta entonces Catalina había sido un modelo de virtud y prudencia, ocupada en cuestiones culturales y poco más. Sin embargo, su coronación regia la confirmó de inmediato como una figura preparada para el gobierno. Pero la desgracia acudió una vez más a su cita con la imperturbable Medici. Tal y como habían vaticinado algunos videntes de la soberana, incluido su médico y astrólogo personal Nostradamus, el rey moría en 1559, víctima de las heridas producidas en un torneo de entretenimiento.


Este suceso desató los acontecimientos en Francia, y el primogénito de Enrique, Francisco II, se colocaba la corona un breve tiempo para cederla a su muerte –acontecida 18 meses después– a su hermano Carlos IX, un niño de apenas 10 años que, como es lógico, fue convenientemente dirigido por su ambiciosa madre.
En estos años, Francia mantenía una posición delicada en el concierto europeo, aunque el matrimonio entre Isabel de Valois –la hija mayor de Catalina– y Felipe II de España había sosegado bastante las relaciones entre las dos potencias.

Asimismo, en el terreno interno la reina trataba de entenderse por igual con católicos y protestantes, siempre dispuestos al enfrentamiento bélico. Pero no pudo impedir que una devastadora guerra religiosa estallase en Francia, cuyo punto más álgido aconteció el 24 de agosto de 1572, en la renombrada Noche de San Bartolomé. Miles de hugonotes (calvinistas) fueron asesinados por los católicos con una clara permisividad real, justo cuando se realizaban los esponsales que unían a Enrique III de Navarra y a Margarita, otra de las hijas de Catalina.


 Precisamente, este borbón navarro de confesión protestante sería uno de los pocos supervivientes hugonotes de aquella pésima jornada y por mor del destino acabaría coronado, tras su conversión al catolicismo, como Enrique IV de Francia.


Durante este convulso periodo, Catalina mantuvo con mano de hierro su gobierno sin descuidar su vocación de mecenas: instituyó el considerado primer ballet de la Historia y mandaba construir castillos y palacios, como el parisino de Las Tullerías. 



Finalmente, contempló como otro de sus hijos varones ocupaba el trono francés bajo el nombre de Enrique III. Este último representante de la casa Valois era estéril, por lo que la línea de sucesión quedó finiquitada en beneficio de los borbones.

Catalina, reina moderna, además de hábil y maquiavélica estratega política, falleció el 5 de enero de 1589 en el castillo de Blois (Francia).

22 dic 2008

No es de mi talla

hace nunca que no tengo novio, es decir, NECESITO UN CHICO YYYYYYYYYYYAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

NECESITO UN HOMBRE QUE ME QUIERA, PERO QUE NO ME ENTIENDA

PORQUE LAS MUJERES NACIMOS PARA SER AMADAS PERO NO ENTENDIDAS


PORQUe SINO LA VIDA NO TENDRIA SENTIDO...................................en fin