Blog de moda con las ultimas tendencias de los cinco continentes.
El aire la vela, vela. El aire la está velando
Parecen dormidas en el pajonal... pero no lo están.
3 nov 2016
Mersas
De chicos, la muerte nos parecía algo tan fascinante e inexplicable a prima y a mí, que todos los sábados por la tarde, junto con otros jóvenes, nos reuníamos en el cementerio del pueblo...
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
Ahí está lo que fue: la terca espada del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro del hijo de Laertes, la dorada escritura.
ELIROCK
ELIZABETH RAMANAUSKAS
Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto
y hasta la muerte, para llegar a mi corazón
caer como hizo Olmedo del balcón aquel para no volver
Seré la degenerada, el amor por tu cuerpo
La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema
LA MUJER MODERNA, OCULTA SUS PENAS
En una playa del Mar Caspio en el alba
vi la delicada osadura de una mano
La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte
yo no existo
Houston, tenemos un problema
No me pidas la Luna. Nosotros tenemos las estrellas
voy a la cocina luego al comedor
y luego me quedo a la orilla de la chimenea
La del pirata cojo
joaquinito el quilombero
Mis Amigas Que Son Leales Siempre iran a rescatarme
de las mentiras que te voy a decir
Un destino que cierra el dolor
y yo que no tengo alma
Rainer María Rilke (Austria, 1875-1926)
Canción de amor
¿Cómo poder retener mi alma para que no roce la tuya? ¿Cómo poder elevarla por encima de ti hacia las otras cosas? Ay, cómo quisiera yo instalarla en un sitio perdido en la oscuridad, allí, en un lugar ajeno y silencioso donde no tenga ella que temblar cada vez que tus entrañas tiemblan. Porque todo lo que nos toca a ti y a mí nos une de inmediato, como el arco del violín que de dos cuerdas saca una sola nota. ¿A qué instrumento estamos siendo atados? ¿Y qué violinista nos tiene entre sus manos? ¡Oh, dulce canción!
Lawrence Lange cuestionaba en referencia a las atrocidades del Holocausto
si la memoria pública debería ser confiada al historiador, al crítico, al poeta, al novelista, al dramaturgo o al sobreviviente.
Abróchenses los cinturones. Esta noche habrá turbulencias
Detenga a los sospechosos habituales
Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella
A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas
Buenos Días, Princesa
Pero, ¿dónde está el maná de los cómicos, en qué tierra caerá que sea nuestra, si nosotros no somos de ninguna parte?
rESERVADOS TODOS LO DERECHOS
de la nada intelecual prosa de mi vida
Nunca odies a tus enemigos: no te permite juzgarles
El hombre más rico es el que tiene los amigos más poderosos
El Poder de Mis Suspiros
Me llenan de angustia. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Hay un muerto en el cementerio más lejano que se queja tres años porque tiene un paisaje seco en la rodilla; y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que taparan su llanto de muerte.
Bertha se apenó bastante cuando descubrió que no había flores en el parque
Yo sabía que me quedaba poco tiempo y ella tenía todo el tiempo del mundo
Sólo hay una regla para todos los políticos del mundo: no digas en el poder lo que decías en la opo
Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra.
Paga muy bien a tu cirujano
Para romper el hechizo de envejecer
Todo tiene un limite, VOS...
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
EXPULSALO
y convertido otra vez en un muchacito débil y pusilanime
A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago; también a los que se quedan, feliz vida
Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano: "Con vos nos iremos, Cid, por yermos y por poblados; no os hemos de faltar mientras que salud tengamos
Me gusta mucho Luis Cernuda
Con tal vehemencia el viento viene del mar, que sus sones elementales contagia el silencio del rio
QUE PUEDA VERTE EN ESTE MOMENTO
pensavas que yo sentia lo que yo siento siempre por dentro
Mi cuento de hadas son hechos reales entre cojines y sabanas Entre abrazos y almohadas Besos caricias, LA MIRADA ENAMORADA.
ANtoLOgia dE MI jUego FaVoriTO
los clabos de mi cruz los perdi en un hotel
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo
PLATON
Tu Locura
Donde quedo el tiempo en el que solías ser fácil de entender…
Elemental, querido Watson
Sin todas nuestras tradiciones, nuestra vida sería algo tan inseguro como un violinista en el tejado
El que no trabaja se aburre...
y mata a su familia
Mucha gente quiere tener dinero
yo solo quiero que llegues sano a casa nene
Lluvia de verano crean miles de palabras
Sin siquiera sacar la pluma...
Virgenes Psicopatas
¿Ves la vela que está ahí? Cuando acabe de quemar esa cuerda, la bolsa caerá sobre el fuelle. Cuando éste se comprima, disparará una única bala de plomo, que rebotará primero contra esa olla, después contra el escudo que esta detrás de mí, y luego rebotará en aquel otro escudo, para finalmente dar al globo verde. Cuando explote el globo, hará caer esa palanca, soltando así la rueda de la cadena y dejándote caer al pozo de ácido. ¿Y sabes lo que viene después? Entonces cogeré tus huesos, que estarán todavía vivos y sufriendo un gran dolor y construiré con ellos una silla. La llamaré: "La silla que chilla". Cada mañana me sentaré en ella y te escucharé chillar.
Exhalarán su fresco perfume los rosales
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor
Es mucho para cualquier pueblo
todo lo hemos heredado
En algún lugar podre hallar la paz interior
aunque mejor seria hallar dinero en mis bolsillos
Sólo este mascarón, este mascarón de vieja escarlatina, ¡sólo este mascarón!
Que ya las cobras silbarán por los últimos pisos, que ya las ortigas estremecerán patios y terrazas, que ya la Bolsa será una pirámide de musgo, que ya vendrán lianas después de los fusiles y muy pronto, muy pronto, muy pronto. ¡Ay, Wall Street! El mascarón. ¡Mirad el mascarón! ¡Cómo escupe veneno de bosque por la angustia imperfecta de Nueva York!
No me acuerdo de olvidarte
Siempre digo la verdad, incluso cuando miento digo la verdad
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