23 sept 2008
Noche tras noche ruego por un campionato mundial o almenos que gane River
Era un día normal y corriente, como todas las mañanas. Me levantaba, me duchaba, me afeitaba, desayunaba y me iba al instituto con la misma cara con la que me había levantado. Pero, no se porque... ese día... al salir de casa, me dieron algo extraño...
- ¡¡¡Buenos días Leo!!! - dijo Lucy, mi mejor amiga con la misma energía de siempre.
- Buenos días..... - le conteste con un tono de dormido.
Lucy es una buena estudiante, muy lista, empollona y todo, y encima tiene un buen tipazo. Es única.
- Bueno... no te veo muy bien.... - me dijo preocupada.
- Estoy como todos los días. Dormido. - conteste me fui a mi sitio y después entro el profesor.
Al entrar el profesor entro con él una chica nueva... nunca la había visto, era muy misteriosa.... esos ojos negros y el cabello largo y negro y bueno..... en conclusión, iba toda de negro.... su rostro era un poco pálido... los demás también lo notaron, pues empezaron con las bromitas. La presentaron, se llamaba Ágata swan, venia de Pensilvania... una ciudad poco común, pero si era de allí... al oír esto los compañeros empezaron con mas bromas... "ey!! Mirad!! La drácula!! Jajajaja" ojala supieran lo que estaban diciendo. La sentaron justo al lado mío y detrás de Lucy...
- hola! Me llamo Ágata. - me dijo un poco sonriente pero se notaba nada alegre.
- Hola... yo me llamo Leo... Leo Turner. - le conteste como buen compañero.
Se le daba muy bien la historia, en clase de historia, todos se quedaron petrificados, pues se lo sabia todo!! Hasta le explico cosas al profesor. Todos fliparon con ella.
A partir de ese día.... Ágata siempre venia a partir de las 12:00, dice que tenia unas cosas que hacer antes en su casa... que sus padres ya lo habían comentado en el instituto.
En la hora de la comida, como comía sola, yo me senté con ella para hacerla compañía....
- Hola. Veo que estas sola. ¿Te importa que coma contigo? - le dije amablemente.
- Me es igual. Siéntate si quieres, es un país libre. - me contesto.
Se me quedo mirando un buen rato, y lo que miraba era lo que mis padres me habían dado esa mañana, un raro colgante...
- que bonito colgante... - me dijo muy curiosa - ¿de donde lo has comprado?
- No me lo he comprado - le conteste - mis padres me lo han dado.
- ¿tus padres? - me pregunto curiosamente - que raro.
- Ya, pero no se.
Empezamos hablar, me pareció muy simpática, le gustaba la música de los 60, igual que a mi y los grupos de la actualidad, también le gustaba leer. Su comida preferida era la carne un poco hecha, mas bien cruda. Rarilla si es. Bueno, que nos empezamos a llevar bien. Aunque Lucy no estaba cómoda con esa idea...
Un día Lucy cometió el mayor error de su vida.... persiguió a Ágata hasta su casa.... una casa que esta fuera de la ciudad, al lado de un cementerio.
- Ágata!!! ¿Has traído algo rico de comer? Nos morimos de hambre.
- Lyris, calla. Te traigo a un chaval de la calle, me parecía apetitoso, y conociendo tus gustos....
Lucy descubrió una cosa que no debía de haber descubierto.... el secreto de Ágata... que era un vampiro. Al darse cuenta, se fue corriendo hacia su casa y me llamó por teléfono.
- ¡¡Leo!! La chica nueva!! Es... es... - me dijo asustada por teléfono...
- Tranquilízate Lucy... ¿qué pasa con Ágata? - le pregunte yo.
- ¡¡¡no te lo vas a creer si te lo digo!!! Es que he ido a su casa, no tendría que haberlo hecho, pero es que sentía curiosidad y la perseguí. Llevaba una bolsa muy grande. Y llego a su casa, esta fuera de la ciudad.... al lado de un cementerio, es bastante tenebrosa... bueno, pues que en la bolsa esa... ¡¡¡llevaba un hombre!!! Y luego empezaron a morderle el cuelo, bueno, que es un vampiro!!!
- Lucy... ¿en serio que no lo has soñado? - le pregunte yo un poco alucinado - los vampiros son solo un mito...
- ¡¡Pero es que yo los he visto!! ¡¡¡Y la nueva es uno de ellos!!!
Después de eso me colgó. Yo me quede perplejo por lo que me había dicho... ¿vampiros? ¿Eso quien se lo cree? Pero debí haberla creído....
Otro día normal en mi vida, me levanto, me ducho, desayuno.... y me voy a clase.... empezamos la clase con álgebra. Que coñazo. Lucy no ha venido hoy... ayer estaba muy histérica... luego iré a verla.
Como siempre, a las 12:10 venia Ágata a clase, venia tarde por asuntos familiares, y se sentó a mi lado como siempre.
- buenos días Leo - me dijo como normalmente.
- Buenos días.
En la hora de descanso, Niles, el vacilon de la clase, se empezó a meter con Ágata.
- hey nena... porque siempre llevas esto en tu cuello.... déjame ese colgante.... es muy raro jajajaja
- no - le contesto ella muy seriamente y con una mirada fija a la de Niles.
- Huy que miedo me das.... - le dijo burlándose al darse cuenta de que le miraba fijamente. - a mi una niñata como tú... ¿qué me va hacer?
- No me gustaría que lo comprobaras saco de huesos sin cerebro. - le contesto en tono burlón.
- Te vas a enterar. - dijo él abalanzándose sobre ella.
Le intento pegar un puñetazo al cual Ágata paro con la mano, ¡¡menuda fuerza tiene la chavala!! Ella le empezó a apretar la mano con fuerza hasta que Niles le pidió perdón.
- ¿no crees que te has pasado un poco? - le pregunte yo...
- ¿no crees que el se ha pasado mas intentando pegar a una chica? - me respondió en el mismo tono. - que... ¿vamos a comer?
En el comedor, como siempre, comíamos juntos, y saco una botella con un contenido bastante raro... era rojizo... me dijo que era zumo de tomate o algo así... pero en realidad era sangre...
- oye, ¿te quieres venir esta tarde a mi casa hacer los deberes? - le pregunte.
- ¿eh? Bueno, pero tengo que estar pronto en casa.
Después de clase, fuimos a mi casa, al entrar se puso un poco rara, estaba como nerviosa, yo le pregunte que qué pasaba, pero ella me dijo que nada, pero si le pasaba algo, tenia miedo de mi familia.
Subimos a mi habitación, y empezamos hacer deberes. Ella estaba inquieta, muy inquieta.
- ¿de verdad que no te pasa nada? - le pregunté preocupado.
- No, no me pasa nada. - me contesto mientras escribía en su libreta.
No se por qué, pero me sentía bien estando con ella, era simpática y hablaba bastante y bueno, era rarilla.
Ágata se fue a las 19:00 a su casa, un poco pronto, pero bueno. Yo me prepare la cena (mis padres habían salido e cena), y luego me puse a ver la tele hasta que me quede dormido.
Me despertó un ruido, eran las 00:30, provenía de una ventana del piso de arriba, y mis padres no habían venido porque no estaban sus chaquetas. Fui a la cocina y cogí una linterna y me dispuse a subir las escaleras hacia el 2º piso. Oí un ruido que provenía de mi habitación, esto nunca me había pasado, y lo peor de todo es que estaba cagado por la pata baja. Del pasillo cogí el bate de baseball y fui hacia mi habitación alumbrando con la linterna. Abrí la puerta de mi habitación y no había nadie, encendí la luz, no había ni una sola alma y la ventana estaba cerrada. Deberían ser alucinaciones mías. Así que cerré y empecé a bajar las escaleras, pero cuando iba por la mitad, volví a oír ruidos. Fui corriendo y abrí de sopetón y pude distinguir una sombra que salto desde mi ventana. Baje corriendo todas las escaleras y llame a mis padres al móvil, les dije todo lo que había pasado, ellos me dijeron que vendrían enseguida.
Cuando llegaron mis padres les explique todo. Ellos enseguida se pusieron mas serios de lo que estaban, normalmente no eran así.
Por la noche les oí hablar en su habitación.
- han vuelto... - dijo mi madre.
- Si, van a por el colgante de iris. - le contesto mi padre. - saben que lo tiene Leo.
- ¿pero como? - pregunto mi madre alarmada.
- No lo se. Pero ellos tienen una parte. Si consiguen esta, será el final.
Es como si supieran todo lo que estaba pasando, yo no entendía nada. Como siempre, soy el ultimo en enterarme de todo.
Al día siguiente en el instituto, en la hora de comer.
- Leo... ¿te puedo pedir un favor? - me pregunto Ágata un poco nerviosa. - es que, esta noche hacen una fiesta en el instituto.
- Si, la fiesta de primavera. ¿vas a ir? - le dije yo.
- Pues, supongo, pero... me preguntaba si querías venir conmigo. - me dijo finalmente.
- Bueno, pues vale.
- Que bien!! Nos vemos aquí a las 20:00 vale?
- Vale.
Tuve que darme cuenta de que era una trampa.....
A las 20:00 estaban todos en el instituto, bailando y todo ese rollo de los bailes de instituto y todos de etiqueta. Apareció Ágata, con un traje largo azul oscuro, estaba preciosa, el pelo lo llevaba suelto pero recogido por delante.
- hola. - me dijo tímidamente.
- Hola. - le conteste yo.
Entramos al baile y empezamos a bailar, ella estaba distinta, mas abierta. Cuando me quise dar cuenta ya me estaba liando con ella, era increíble lo débil que soy en estas cosas.
De repente ella se aparto y murmuro algo. No lo entendí bien, pero debía ser algo malo.
- corre Leo. - me dijo empujándome hacia una salida - corre, vete algún sitio, a tu casa... vete!!
- Pero... ¿por qué? Dime que pasa - le dije seriamente.
- Es que...
De repente entraron varias personas y empezaron a destruirlo todo.
- son... son... - dije yo flipando
- son vampiros. - dijo ella terminando la frase.
Vino uno de ellos, una mujer.
- todo ha salido tal y como lo planeamos.. ¿eh, Ágata? - le dijo esa mujer.
Parecía conocerla, en realidad se parecían mucho. Me gire para preguntarle que estaba pasando pero me trague mis palabras al verla... ella era.... un vampiro.
- lo siento Leo.... - me dijo bajando la cabeza y después me quito el colgante que me dio mi madre.
- Ágata!!! - le grite mientras se iba...
Apareció Lucy detrás mío con una estaca y dispuesta a todo, me dijo que ya me advirtió y después se fue a atacarlas a la que Ágata a cogió y la mordió. Eso se me dolió. Ágata era mi primer amor.
Llegue a casa, después de la catástrofe de la fiesta, eran 15 muertos y 6 heridos graves y después 7 convertidos en vampiros. Mis padres estaban en la puerta, también con estacas, ajos y mas artilugios raros. Me explicaron todo. Que ellos eran caza vampiros, estaban obligados a proteger el colgante de iris, pues si los vampiros lo tuvieran en su poder, a parte de hacerlos inmunes a las estacas y todo eso, abrirían las puertas del infierno. Yo me quede alucinado.
Todos nos fuimos al cementerio donde moraban los... vampiros.
- al final lo conseguimos!!! - dijo Lyris (la jefa) a todos los vampiros.
- Lyris... - le dijo Ágata - no...
- Tu calla! - le mando
Después aparecimos nosotros mis padres delante de mi. Lyris fue hacia ellos.
- vaya, vaya... tenemos invitados.... - dijo ella en tono burlón - bienvenidos a nuestro diabólico hogar...
- cuanto tiempo ¿no? Lyris... - dijo el padre de Leo.
- Si, ¿te acuerdas que te dije que conseguiría el colgante de Iris? Lo prometí, y lo prometido es deuda, ¿no? No lo hubiera conseguido sin la ayuda de una de mis mejores discípulas, Ágata.
Ágata era una de ellos... no me lo podía creer, estaba entre ellos. Me había traicionado, mentido... estaba destrozado.
- vaya!! Si aquí tenemos el que era poseedor de la mitad del colgante!! El hijo de los cazadores... increíble... ¿sabéis? Me esta empezando a entrar hambre... - dijo mirándome con cara de querer comerme, justamente era lo que quería.
- No te atreverás! - dijo mi madre apuntando con la estaca.
- Que miedo - dijo Lyris burlándose - mira! (señaló su cuello) llevo el colgante de iris!! Soy inmune a tus trucos!! - dijo acercándose a mi cuello - y ahora pequeñín... estate quietecito... esto te va a doler un poquito...
Estuvo apunto de morderme cuando, alguien la agarró del pelo y la tiro al suelo. Era Ágata, se había revelado contra ellos... Ágata le había quitado el colgante a Lyris.
- nadie.... absolutamente NADIE va hacerle algo a Leo. - dijo seriamente Ágata - sino, lo matare.
- Ágata.... - le dije yo levantándome del suelo.
- Leo... - me dijo girándose hacia mi. - te quiero...
Después de eso, Lyris le clavo un trozo de madera por la espalda. Ágata se convirtió en polvo delante de mis ojos. Lyris cogió el colgante de Iris, y fue directamente hacia mis padres... mientras los otros vampiros miraban, yo me escondía para robarle el colgante. Apunto de que matara a mi padre, yo me abalance sobre ella, logre quitarle el colgante y mi madre le clavó la estaca. Dicen que si matas a la reina mueren sus crías, pues lo mismo pasó. Pero yo me quede sin Ágata. El amor de mi vida, la que llevaba la otra mitad del colgante, murió delante de mis ojos.
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